La estrella de aquella noche

Soñé ser
la estrella
de esa noche,
pero no de show,
ni de cualquier noche.
Soñé ser esa estrella,
aquella, la de Belénen mágica noche buena.
Pude ver la pesebrera,
el padre llamado José,
la madre de nombre María
junto a una vaca y un burrocuidaban a su hijo recién nacido.
Desde el cielo podía oler hermosas flores
y ver los prados que pastaban las ovejas,
dormir en la hierba fresca como los pastores,
pude descubrir que mi sencillez es valiosa desde
la propia humildad que envolvía cual pañal a aquel niño.
Soñé viajar entre nubes, surcar el viento de oriente
y la luz que mi destello irradiaba, guiaba a tres reyes
hasta aquel que reinaría en mi corazón
y cambiaría mi fe con su nacimiento.
Soñé que tenía alas y volaba, soñé ser la luz de aquel portal.
Soñé tanto que llegué a ser tronco de mi propio árbol
y desde la punta seguía siendo estrella e iluminando,
anunciando la buena nueva a quien no la conocía.
Soñé que las ramas cedían poco a poco,
y como casi me caía, abrí los ojos
aún domilones, pero despierta
aún seguía soñando...
ya que la sorpresa
¡fue mía!

Escrito por: Pau, La voz de una Gata
Imagen: Google modificada por mi