30 enero 2009

La mujer del bosque

La mujer del bosque y algo más | La voz de una Gata

Esa semana había sido muy pesada y el único fin de semana largo que ella quería para descansar tendría que viajar por trabajo, tomó su auto y antes de partir rumbo a su destino y se detuvo en un bar. A la mañana siguiente, no quiso irse por el camino habitual para romper la rutina y siguió un sendero alejado del ruido de la carretera, cuando estaba cerca de la playa levaba a lo lejos vio un pueblo que no estaba marcado en el mapa, tuvo la sensación de que al ir acercándose se sentía más cansada, pero pensó que podía ser pruducto de la agitada noche que había tenido. Se vio obligada a descansar unas horas y al preguntar por alojamiento una señora le ofreció la única pieza disponible, con el único problema es que la ventana se podía abrir pero era solo el marco ya que estaba sellada. Como se supone que estaría sólo por esta noche no le importó.

Aunque tenía sueño se sentía inquieta ese verano estaba especialmente caluroso, así que fue al comedor y pidió algo de comer. Cuando terminó le ofrecieron unas frutas y un jugo de la casa, un extraño elixir de color verde, como tenía sed y no se le quitaba el calor con nada probó un sorbo que al contacto con sus labios la refrescó tanto que impetuosamente se lo tomó de un solo trago.
Cuando entró a su cuarto, la temperatura había subido tanto que abrió la ventana, aún sabiendo que no podría ver nada, con la esperanza que algo de aire fresco le llegara, se puso su camisón y al acostarse dejó que solo le cubrieran las sábanas. Al cambiar de posición sus ojos se entreabrieron y en vez de ver la pared, un enorme bosque de árboles milenarios que parecían tocar el cielo la rodeaban, pero sus parpados se sentían pesados y volvió a cerrarlos. Cuando su reloj natural notó que llevaba muchas horas así, se despertó, pero ya no estaba en su cama sino en el mismo bosque que había visto antes. Se levantó y vio que la casa o el pueblo ya no estaban, un cielo sin nubes con un sol radiante, flores y naturaleza. Parecía que ese descanso que ella tanto buscaba lo había encontrado y aunque no entendía por qué estaba ahí prefirió recorrer el lugar, pensando que era un sueño y que pronto despertaría realmente.

Al caminar encontró una laguna, en vez de ver su reflejo vio como su vida pasaba delante de sus ojos, observó los momentos que había hecho y lo que había dejado de hacer por estar preocupada de otras que no eran tan importantes. Al levantar el rostro, sintió una voz que en medio de la oscuridad que la llamaba era suave, misteriosa era raro, tenía miedo de estar ahí, pero a la vez sus pies descalzos caminaban como hipnotizados en su dirección como si pisaran la tan ansiada arena húmeda y suave del borde costero que tenía su rumbo original sin darse cuenta que tras su paso todo se convertía en un fango pantanoso que borraba el camino de regreso.
La brisa comenzó a enfriar, el calor que antes la sofocaba se transformó en un frío intenso que no pudo controlar, temblaba, su suave piel rosada estaba erizada y con el viento silbaba tan fuerte le pareció sentir en su interior la melodía que éste entonaba y comenzó a bailar para ver si se entibiaba. Giró una y otra vez, comenzó a sentirse en un estado de aparente calma, se le olvidaron sus preocupaciones, el viaje de trabajo que la trajo hasta ahí y se olvidó si era sueño o realidad. Jugueteando entre las hojas tomó unas cuantas y las lanzó al cielo, entonces como si ese simple acto gatillara un hechizo, las ramas comenzaron a abrazarla y entrelazarla con tal fuerza que el bosque que la rodeaba cobró vida. Parecía que el sudor traspasaba sus poros y una extraña sensación se apoderaba de ella. Cuando se dio cuenta, ya no podía moverse ni tampoco pudo gritar, sus labios esbozaron un sollozo y su cuerpo se paralizó en un suspiro mientras sus piernas se enterraban para siempre echando raíces durmiéndose para siempre en aquel extraño lugar.

Al mediodía del día siguiente la señora fue a la pieza y al entrar no la encontró, estaba todo ordenado y como el auto tampoco estaba, creyó que se había ido y cerrando la puerta se fue sin decir nada.

Pasaron los años y la gente que conocía a la joven, no es que la había hubiese olvidado, parecía como si nunca ella hubiera existido. Unos años después en un verano tan caluroso como el de aquella vez , un hombre volvió a pasar por el mismo pueblo y pidió un lugar para descansar. Una señora le ofreció la única pieza que tenía y aunque la ventana que antes no se podía abrir ya estaba arreglada, nadie la había aceptado porque con el tiempo sus paredes se habían tornado verdes casi musgosas, pero como él estaba cansado la tomó igual.

Antes de dormir abrió la ventana, pero en vez de ver una pared pudo observar el bosque que rodeaba al lugar y estaba aún más frondoso que antes y de sus hojas se destilaba un suave olor a rosas que a él le resultó familiar. En medio de las ramas descubrió un árbol que sobresalía, y le daba vida a todo el verde bosque se veía diferente, al mirarlo detenidamente y ver su silueta sintió como si un calor intenso y un cálido sentimiento lo invadiera recordando que solo una mujer le había provocado hasta ese entonces esa sensación y para su extrañeza era la fragancia que ella desprendía.
A ella la había conocido la noche del viernes del último fin de semana largo de hace 5 años, fue algo inmediato y apasionado, hablaron, se miraron y mientras bailaba con ella él se enamoraba de su sensual movimiento, se fueron a un lugar escondido y en la hierba fresca se amaron con locura y despertaron juntos. A la mañana siguiente se despidieron y ella al darle un beso apasionado le dijo que a la vuelta de su viaje se encontrarían, pero que nunca más volvió a verla. Al ver su silueta no pudo dejar de recordarla y una lágrima rodó por su mejilla, entonces de entre las ramas del árbol de la silueta femenina nació una rosa azul que floreció solo donde creían sus raíces.
Desde entonces cada verano, no dejó de pasar unos días en aquel extraño pueblo entre bosques cerca del mar pues solo la rosa florecía cuando ella sabía que él venía.



Escrito por: Pau, La voz de una Gata
Imagen: Google



El primer premio de mi Balcón: Gracias Juanjo ;)

18 enero 2009

Quiero...

Quiero que tú seas mi amigo
y así juntos podremos caminar
por un mundo que está lleno de guerra
que no sirve y sólo hace sufrir.
Quiero que juntos construyamos
un sendero de amor y de amistad
y los niños que lleguen a esta tierra
sientan ganas de vivir y de luchar.

Quiero cultivar entre los hombres la ilusión
de que un día lograremos la paz
con un poco de esperanza
y una fuerte hermandad
nuestro sueño será pronto realidad.

Quiero que hombres y mujeres
se unifiquen por un solo ideal
y entiendan que existen las palabras
que no expresan dolor y soledad.
Quiero que el mundo me comprenda
que las armas provocan destrucción
de familias y la naturaleza
que conforman nuestro humilde hogar.


Escrito por: Pau, La voz de una Gata
Imagen: Google

13 enero 2009

Rumbo al mar de mis acordes


Con mucha satisfacción he rodeado mi vida de música que escucho, canto y compongo especialmente al son de mi guitarra. Es tanto lo que me gusta que podría describirte mi forma de ser a través de ella ya que en mi mundo, mis ronroneos también se escriben como en una partitura...
A veces moderato otras allegro dependiendo si estoy trabajando o compartiendo con una amiga o en un grupo, crecendo o diminuendo según mis sentimientos, desde un piano a un forte según mi genio, no todos me conocen enojada pero te puedo asegurar que más que una gatita soy un león.
Las redondas son mis recuerdos, las blancas mi familia, las negras mis sueños, las corcheas mis amigos, las fusas mis tristezas, las galopas mis pasiones, las cuartinas mis deseos, los saltillos mi preocupaciones y problemas, los tresillos mis respuestas y los silencios mi intimidad... meses atrás me detuve en una frase "En la pausa no hay música, pero la pausa ayuda a hacer la música”... nunca me había preocupado de mis propias pausas y si quiero que las personas escuchen algo genial ya sea una balada, un musical, una ópera o una comedia, de cada pausa debo sacar lo bueno y malo que he aprendido para que ellas sólo sean el tiempo dentro de mi propio compás para continuar componiendo la música de mi propia vida y lo más importante... que me haga feliz ;)


"Amiga guitarra enséñame,
a sentir de nuevo entre mis dedos tus cuerdas
porque ya no soy la misma que escuchas y te toca.
amiga guitarra ayúdame,
ya no soy la persona que cantaba contigo
porque yo soy tu relevo, yo soy el acorde y tú eres el canto"

by Pau

Mi primera guitarra fue una Mezco de estudio, luego ocupé la de mi hermana también Mezco de semi-concierto y cuando pude me compré mi propia guitarra Avalos electroacústica - la que ven en la foto.
Desde pequeña he escrito canciones para el colegio, los scout, para un concurso, etc. sobre varios temas. Hace muchos años estos versos fueron primero una poesía y luego el impulso para crear la canción que marcó mi madurez musical y que pronto les mostraré.
Si bien la sensación no es la misma de ese entonces - ya que hoy ronronean algunas notas - hoy quiero volver a recordarlos, para que este año que recién comienza me traiga a la luz las melodías silentes aún ocultas entre las líneas del petragrama de mi corazón, que se empapen de la pasión que da vida a mis sueños, mis sentimientos y pronto no sólo sean acordes sueltos, porque quiero por el resto de mis días navegar y ronronear en el mar de mis acordes y ser una nueva voz acompañada de mi tocarra y otro instrumento más... pero esa es otra historia ;)



Escrito por: Pau, La voz de una Gata
Imagen: Algarrobo verano 2008 ;)
El balcón de mis ojos de Gata© 2008-2011

Todos los derechos reservados Safe Creative #0904113036164

 
©Suzanne Woolcott sw3740 Tema diseñado por: compartidisimo